Existen muchos fenómenos globales que engloban, valga la redundancia, a una gran cantidad de gente, en concreto a millones y millones de personas en todo el mundo. No cabe la menor duda de que el deporte y, más específicamente el fútbol, es perfectamente capaz de movilizar a toda esta gente. Lo hemos visto en décadas pasadas y lo seguimos viendo todavía a día de hoy. De lo que no cabe ninguna duda es de que, en cualquier parte del mundo, saben a la perfección quién es Messi, Cristiano Ronaldo o Mbappe.
La cantidad de dinero que mueve un negocio (porque ya es un negocio más que un deporte) como el que supone el fútbol pone en evidencia cuál es la verdadera potencia de este deporte como fenómeno social. Desde luego, es evidente que nadie pone en duda esta potencia y que sigue creciendo con el paso de los años. Cada vez es más gente la que lo sigue, lo disfruta y también lo practica. Los datos que manejan las diferentes Federaciones así lo ponen de manifiesto.
Un artículo publicado en la página web de El Periódico hablaba de la vida de Simon Kuper, que analizó el fútbol desde la perspectiva social que está relacionada con él. Cuenta la noticia que Kuper viajó con tan solo 5.000 libras a Barcelona en el año 1992. Entre otras cosas, Kuper estudió el porqué de la rivalidad entre naciones como Holanda o Alemania y también cómo el muro de Berlín dividió a los clubes de la sociedad berlinesa de los años 60, los 70 y los 80. Y lo cierto es que estudiar este tipo de cosas tiene que ser precioso.
Otra noticia, en este caso publicada en El Universo, hablaba del Mundial de fútbol como un fenómeno social. Y es que pocas cosas pueden ser más sociales que un evento de este tipo y de estas dimensiones. 32 aficiones de 32 países diferentes, con diferentes culturas y muy diversas maneras de entender el fútbol. El último Mundial, que se celebró en Rusia en verano del año pasado, dejó imágenes tan bonitas y curiosas como las que suponía ver a las aficiones de Japón y Senegal juntas, en perfecta armonía.
El fútbol es un evento social que engloba a propios y extraños. Cada fin de semana (y también entre semana) personas que no se conocen de nada disputan partidos en millones de ligas locales o regionales en todo el mundo. Desde Marians Sport, una entidad dedicada a la venta de calzado relacionado con el fútbol y que por tanto guarda una gran relación con este deporte, nos han comentado que la actualidad es el momento de la historia en el que el fútbol más nos permite desarrollar nuestras habilidades y relaciones sociales.
El desarrollo del fútbol femenino, un plus
En los últimos meses estamos asistiendo a una explosión del fútbol femenino en todas sus versiones. El pasado mes de enero vimos el bilbaíno estadio de San Mamés lleno hasta la bandera para ver un Athletic – Atlético de la Copa de la Reina. Hace algunas semanas, vimos una gran asistencia en el Wanda Metropolitano para un Atlético – Barcelona de la Liga Iberdrola. No cabe la menor duda de que el fútbol femenino está en auge y que este desarrollo es imparable. Esto es una noticia que explica todavía más lo social que es un fenómeno como el fútbol.
Y es que lo único que le faltaba a este deporte para terminar de demostrar su importancia es la incorporación del fútbol femenino. Ya está más que visto que se ha logrado este objetivo y que, a partir de ahora, va a ser muy difícil que el fútbol femenino pase desapercibido. Desde luego, hemos sentado en los últimos meses y años las bases para que se empiece a hacer afición con esto y para que todo el mundo sea consciente de que el balompié es algo que nos engloba a hombres y a mujeres por igual, aunque mucha gente se empeñe en hacernos creer lo contrario.
Conviene, por último, no olvidarnos de otros deportes que también son muy importantes a la hora de constituir relaciones sociales entre las personas. El baloncesto o el balonmano son muy buenos ejemplos de ello, así como deportes que sean de carácter individual, como el tenis o más recientemente el pádel. Todos los juegos y deportes tienen un papel y una función. No cabe la menor duda de que todos son útiles para esta sociedad y que, en efecto, necesitamos las relaciones sociales que se constituyen gracias a ellos.