De un tiempo a esta parte, el ser humano se ha venido preocupando de una manera cada vez más grande por su seguridad. Y lo ha hecho en todos los aspectos que os podáis imaginar, desde instalando alarmas en su domicilio o en sus negocios a reforzar la presencia de agentes de policía en grandes eventos multitudinarios como lo pueden ser los partidos de fútbol o los conciertos. Ni que decir tiene que han sido algunos sucesos históricos los que han provocado que la gente se haya empezado a tomar mucho más en serio este tema.
Además, y teniendo en cuenta esos sucesos históricos (atentados, llamémosles por su nombre), también se han reforzado los sistemas de seguridad en lo que tiene que ver con los medios de transporte. Los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos fueron uno de los grandes ejemplos de ello en lo relativo a la aviación. Los del 11 de marzo de 2004 en Madrid, para el ferrocarril. Después, ha habido ataques con camiones y camionetas atropellando a ciudadanos y ciudadanas en varios países. Como podéis observar, los medios de transporte siempre han sido los medios escogidos para perpetrar ataques. Y, lógicamente, lo que no podemos hacer es dejar de usarlos. Por el contrario, hay que potenciar su seguridad.
El artículo que os enlazamos ahora y que pertenece al portal web France 24 informaba de cómo fueron los ataques del 11 de septiembre de 2001 a Estados Unidos y cómo cambiaron el planeta. Quien tenga más de 20 años quizá los recuerde: cómo los aviones se desintegraron al introducirse en las Torres Gemelas, cómo otro avión cayó en el Pentágono y cómo otro se estrelló en un descampado después de que los heroicos pasajeros intentaran reducir a los terroristas.
El mismo portal web, France 24, informaba de cómo cambió la manera de viajar tras ese fatídico día. En lo que respecta a los aviones, hasta ese día nadie se tenía que identificar al pasar por los sistemas de seguridad de un aeropuerto, se podían llevar líquidos en el equipaje de mano y nadie tenía por qué quitarse los zapatos para pasar por esos sistemas de seguridad de los que estamos hablando. Ahora, todo el mundo sabe que esas tres medidas son claves y una parte importante del proceso por el cual una persona embarca en un avión. Las cosas, como veis, han cambiado mucho.
La seguridad en los aeropuertos no solo se ha reforzado en lo que tiene que ver con los pasajeros, sino también en lo que respecta a todo el personal que trabaja en este lugar y que hace posible que los días transcurran con normalidad. Los profesionales de Facilities Airport nos han comentado que la demanda de los aeropuertos es grande ya no solo en seguridad, sino en transporte de equipajes, suministros y concienciación. Toda ayuda es necesaria para que esa normalidad de la que hablamos caracterice el día a día de los aeropuertos y que no haya riesgos ni problemas de ningún tipo.
También pasa lo mismo en estaciones de autobuses o de ferrocarriles
Ni que decir tiene que, en otros centros como lo son las estaciones de autobuses o de ferrocarriles, la situación ha sido bastante parecida a la relativa a los aeropuertos. Se trata de lugares en los que se arremolina mucha gente que, además, suele llevar equipaje. La gestión de todos estos asuntos no es nada fácil y lo cierto es que, como hemos dicho más arriba, toda ayuda es poca para intentar que la normalidad esté más que garantizada.
Todos los países han venido siguiendo las normas de seguridad que fueron implantadas en Estados Unidos durante los meses posteriores al 11S. Lo cierto es que, quien desee hacer algún tipo de mal utilizando estos medios de transporte, hoy lo tiene bastante más difícil que en el año 2001. Y ese es un avance que podríamos considerar clave a la hora de decir que se ha conseguido garantizar la seguridad de la gente. Desde luego, estamos seguros de que quien vaya a viajar en avión, en tren o en autobús se siente hoy más seguro que hace un par de décadas.
Está claro que coordinar todo lo que tiene que ver con la seguridad en este tipo de lugares no es nada fácil. Se requiere a muchas personas que sepan que van a tener picos de trabajo de lo más puñeteros muchas veces. Afortunadamente, esa coordinación es más eficaz que nunca y nadie tiene la menor duda de ello. Estamos en un momento en el que podríamos considerar que existe la mayor seguridad en el transporte de la Historia y podemos congratularnos por ello sin perder de vista el hecho de que, si se puede seguir mejorando, hay que hacerlo.