La parra, vid o viña es una planta trepadora que puede aportar tanto un carácter decorativo y ornamental para tu jardín como también otorga un valor añadido debido a que tiene frutos comestibles que son las uvas. Además, su mantenimiento y cuidados son muy básicos por lo que no hace falta ser un experto en jardinería ni te llevará demasiado tiempo cuidarla. Para que puedas cuidar bien y aprovechar al máximo de tu parra te vamos a dar a continuación cinco consejos que deberás seguir.
A lo largo de este artículo nos estaremos refiriendo a una viña de uva común que en algunas ocasiones se confunde con la parra virgen. Pero si por otra parte quieres beneficiarte de las características ornamentales de una parra y no tener frutos ya que estos llevan consigo su recogida, limpiar los que se han caído, manchado del suelo etc. En ese caso, puedes plantar parra virgen (Parthenocissus quinquefolia).
Ubicación
Lo primero que hay que tener en cuenta es su ubicación para así asegurar un buen crecimiento de la planta.
Como se trata de una planta de tipo trepadora deberemos plantarla junto a una pared, celosía, valla u otro tipo de elemento vertical al que pueda agarrarse para trepar y poder desarrollarse. Será necesario ir guiándola año tras año por esa superficie que quieres que crezca y no se descontrole.
En cuanto a la luz es necesario que le dé el sol de manera directa, aunque también se adapta a lugares de semisombra o sombra total. Si la fructificación para ti tiene un carácter secundario y has elegido plantarla por su carácter ornamental.
Lo aconsejable es estar seguro de su ubicación a la hora de realizar la plantación ya que la vid es una planta muy longeva capaz de alcanzar los cien años de edad y un futuro trasplante puede dañarla y provocar que acabe secando y muriendo.
Riego
El riego dependerá de la época del año que nos encontremos y, también, del estado de desarrollo en el que se encuentre la planta ya que será distinto si esta fructificando o lo acaba de hacer.
“Durante el momento de fructificación que se suele dar a partir del verano el riego debe ser abundante, pero sin llegar a encharcar el suelo por lo que será necesario un buen drenaje. Por el contrario, durante el invierno el riego se recomienda más escaso pero regular. Incluso hay temporadas en las que es sufriente con regar las parras una vez al mes”, explican desde Plantvid, vivero de Valencia especializado en plantas de vid.
La planta necesita una tierra fresca o, lo que es lo mismo, húmeda, por lo que para saber si requiere ser regada o no tocaremos el suelo y echaremos agua en casa de que este, esté muy poco húmedo o seco.
Poda
La poda es otro de los cuidados básicos y más importantes que hay que realizar a una parra. Existen dos tipos de poda dependiendo la estación del año y el desarrollo de la planta y las los vamos a detallar a continuación.
En invierno, coincidiendo con los primeros meses del año se realizará la poda en seco, nos podremos guiar del momento óptimo para hacerlo porque la planta irá perdiendo sus hojas, pero todavía no habrá producido los brotes de los que saldrán las nuevas hojas. En caso de hacerlo cuando ya tenga los brotes estaremos provocando que la planta tenga que trabajar dos veces en la creación de las futuras hojas y se pueda debilitar. Esta poda es la más grande porque sirve para eliminar las ramas del año anterior. Pero la planta se encuentra en un estado de inactividad por lo que no perderá nutrientes ni savia.
En la época primaveral y con los brotes ya algo crecidos se hará una pequeña poda para eliminar los que no nos interesen, ya sea por motivos de mala ubicación o porque vemos que no serán productivos.
Además, el primer año de fructificación es recomendable cortar los racimos antes de su total maduración ya que no serán del todo perfectos y así se ayuda a la planta a no desperdiciar nutrientes y energía en el desarrollo de la fruta pudiéndolos emplear en crecer más fuerte.
Cosecha
Y también hay que tener en cuenta la cosecha. La primera recolección de uvas podrás hacerla a los dos o tres años de edad de la planta. Si la creación de la planta ha sido de un esqueje quizás solo tarde un año en producir su primera fructificación.
La recolección de la fruta se hará cuando esta esté madura que suele ser entorno al final del verano o principios de otoño.
Para saber con seguridad si la uva esta lista para su cosecha la mejor manera es probando un ejemplar del racimo. Si el sabor es dulce y gustoso podrás recolectarlas ya. Si es para consumo propio o de personas cercanas recógelas cuando el sabor de la uva sea de tu agrado.
En cuanto al aspecto de la uva a la hora de cosecharla varía mucho dependiendo de la variedad de la vid por lo que siempre se aconseja realizar el paso explicado anteriormente.
Cuidados eventuales
Existen otros cuidados eventuales que es aconsejable realizar en la planta. El primero es retirar las malas hierbas que vayan creciendo alrededor de los troncos de las vides ya que estas le quitarán nutrientes y agua a la propia planta.
También es recomendable echar abono orgánico antes de que empiece a fructificar para que la planta tenga los nutrientes necesarios para poder desarrollar los frutos.
Una vez empecemos a ver los frutos deberemos taparlos con papel de estraza ya que estos son un buen alimento para insectos y pájaros.
Si te encuentras en una zona en la que tu clima es muy frío, sobre todo en invierno, es aconsejable tapar la planta para evitar que muera con las temperaturas muy bajas y heladas propias de estos climas.
Estos son los cuidados básicos que hay que realizar a una parra para que crezca de manera saludable.