Actualmente, todos sabemos que una buena sonrisa es una carta de presentación inmejorable, no solo en lo personal, también en lo laboral. Una gran sonrisa es fundamental como elemento de comunicación no verbal, siendo un excelente indicador de salud, con el cual causaremos una magnífica impresión en los demás y que es fuente de autoestima.
Se ha podido demostrar que una sonrisa sin complejo alguno ayuda a que aumente la seguridad en nosotros y afecta de forma importante en la totalidad de ámbitos de nuestra vida, algo que comprueban en su día los profesionales de Gabel Dental, pues tener una boca sana, dientes ideales y todo ello con un aspecto natural cada vez es más solicitado por los pacientes que se acercan a las clínicas dentales.
El estado de la situación ha hecho que haya un auténtico boom en cuanto a tratamientos estéticos dentales. Es un hecho que ahora vamos a una clínica dental no solo por problemas de salud, también por motivos estéticos.
Los nuevos conceptos de clínica dental
Con todos los avances y técnicas nuevas que han aparecido en estas últimas décadas, es un hecho que las clínicas de salud dental han pasado a ser unos centros que brindan muchas especialidades en el campo de la odontología.
Como tienen profesionales que están formados en varias ramas del campo odontológico, se puede acudir a nuestra clínica de confianza y resolver muchos problemas, todos ellos con la gran ventaja de que siempre nos va a tratar el mismo profesional o el resto de su equipo, que conocer nuestro historial clínica y la evolución del mismo de primera mano, donde establecerá protocolos personalizados en el tratamiento y en la prevención.
Hay que pensar que todos los expertos alertan que en campos como en el de la odontología y más en concreto en el terreno de la estética dental, hay espacio para la praxis deficiente. Lo que deberíamos hacer como norma es dudar siempre de los profesionales que para realizar sus tratamientos lo que hacen es ir recomendado el quitar piezas dentales, incluyendo en esto las sanas, algo para nada recomendable.
Algo contra lo que hay que luchar es la publicidad engañosa. Respecto a esto, autoridades como el Consejo General de Dentistas de España y el de Médicos ha denunciado la multitud de reportajes confusos o que engañen, haciendo que se generen falsas expectativas en los pacientes, que lo que buscan es publicidad, saltándose incluso el código deontológico.
Los colectivos lo que hacen es promover políticas de cero tolerancia frente a las personas o empresas que piensan en el beneficio económico por delante del propio bienestar de los pacientes. Realmente deberíamos contar con una ley española que regule de manera más extensa la publicidad en el ámbito sanitario.
Pese a que siempre se ha querido tener bonitas sonrisas, la verdad es que en los últimos años, tanto los medios de comunicación como las redes sociales llegan a ejercer una enorme influencia para que optemos por esta clase de tratamientos y terminen formando parte de lo que es el canon actual de belleza.
Todo ello ha terminado por hacer que aparezcan patologías novedosas, como la dismorfia dental, que es una clase de trastorno de tipo obsesivo, que no es muy habitual que lo que hace es que los pacientes se obsesiones hasta límites extremos con la apariencia que tiene nuestra boca.
Los pacientes llegan a veces hasta a sentirse angustiados por los defectos que tengan en sus dientes y encías. Los sufren por lo general las personas a las que les importa bastante lo que vayan a pensar de su imagen.
Lo que ocurre que es al final se someten a una serie de tratamientos que no necesitan porque para ellos, si no se someten a ellos, seguirán los problemas y los demás les trataran de forma distinta, lo que en muchas ocasiones termina haciendo que tengan problemas de ansiedad.
Algo que sucede mucho es que incluso habiéndose sometido a tratamiento, siguen sintiéndose insatisfechos, lo que provoca que sigan sometiéndose a más y más tratamientos cuando ya no son necesarios.
Los trabajadores de este sector, también creen que una enfermedad también curiosa es la blancorexia, que básicamente es un comportamiento obsesivo porque los dientes estén blancos. Lo que ocurre es que las personas que lo padecen se van sometiendo a múltiples tratamientos, para lograr tener una blanca sonrisa. Un abuso en este sentido puede terminar causando daños en los dientes, por lo que abusar de los tratamientos puede suponer muchos problemas, así que todo con mesura.