Consejos para contratar los servicios de una empresa de mudanzas

shutterstock_1772910110(FILEminimizer)

Cuando se necesita realizar un traslado de domicilio, todos sabemos que lo peor de todo, lo que más problemas nos ocasiona, es la mudanza. Solamente el pensar que tenemos que embalar todo el mobiliario, objetos de decoración, ropa, zapatos, recuerdos y un largo etcétera ya nos agota y nos hace desear acabar el trámite cuanto antes. Es increíble la infinidad de cosas importantes y menos importantes que guardamos en nuestro domicilio, así como ver todo lo que se guarda y se atesora. Todo está a rebosar, desde cajones, armarios y despensas, hasta garajes, sótanos o áticos.

Hacer una mudanza requiere de varios pasos, por lo que es importante realizar una planificación.

Un punto muy importante es la contratación de una empresa de mudanzas. Uno de los consejos que nos ofrece Mudanzas Madrid-Alicante es el de comparar diversas empresas de porteo para comprobar cuál nos ofrece el mejor servicio al precio más bajo. Además, apunta a un servicio muy interesante para lograr este fin, y es que se pueden obtener grandes descuentos si se opta por mudanzas compartidas.

Como decíamos, en toda mudanza es interesante pedir varios presupuestos a diferentes empresas con el objetivo de hacer una comparativa de precios y servicios, pues estos pueden incluir desde el embalaje, desmontaje de muebles, recogida en domicilio, transporte de las mercancías al nuevo destino, vehículo grúa y elevadores, hasta el desembalaje y montaje de muebles. De estos servicios ofertados se pueden contratar todos o solamente los que interesen a la parte contratante. También es importante señalar que antes de realizar el servicio de mudanza, las dos partes elaboren conjuntamente un inventario de los bultos a trasladar.

Así mismo, se debe fijar la fecha en que nos interesa que vengan a recoger nuestras cosas y por supuesto tenerlo todo preparado para ese día, no dejar las cosas para última hora pues en ese caso nos llegaremos a sentir agobiados y totalmente sobrepasados por la tarea.

Una vez contratada la empresa y fijada la fecha, debemos ponernos manos a la obra, es el momento propicio para hacer esa ansiada limpieza y desprendernos de muchas cosas que realmente no se necesitan. Se puede comenzar clasificando las pertenencias en tres grupos, en el primero colocaremos colocar la ropa o enseres que están en mal estado, en este caso las llevaremos a un punto de reciclaje o irán directamente a la basura, en otro grupo pueden incluirse las pertenencias que encontrándose en buen estado ya no deseamos guardarlas o las que no tienen cabida en el nuevo domicilio, como libros o muebles que no se adaptan, en este caso podemos donarlos o venderlos en tiendas de segunda mano. Y, en tercer lugar, las cosas que deseamos conservar y trasladar a la nueva vivienda. Una vez concluida esta fase comienza el embalaje, este es el momento en que debemos disponer de cajas de embalaje fuertes y resistentes, que por lo general las proporciona la propia empresa de mudanza, debiéndose comenzar guardando los objetos que menos se usa.

Una forma cómoda de saber dónde se guarda cada cosa, es elaborar una lista con lo que contiene cada caja, además podemos etiquetar por fuera cada caja con un número y el nombre de la habitación o estancia a que corresponde.

La contratación de un seguro de responsabilidad civil es también una parte importante y muy interesante, aunque no todas las empresas lo ofrecen, puesto que cualquier daño o desperfecto que se pueda ocasionar a los muebles o enseres durante su traslado quedaría cubierto. En caso de poseer un objeto especialmente valioso se deberá contratar un seguro especial para objetos de valor.

Una vez realizado el traslado y el desembalaje se debe comprobar el estado de los muebles y enseres por si durante el traslado han sufrido algún daño o deterioro, antes de abonar el servicio a la empresa de mudanzas, sin olvidar, por supuesto, exigir la correspondiente factura. Todo ello puede significar que nuestra mudanza sea un éxito o un fracaso absoluto.

Las mudanzas también conllevan riesgos

Los principales riesgos laborales de los trabajadores de una empresa de mudanzas son:

  • Caídas. Cuando un trabajador carga con un mueble voluminoso que le impide la visión puede tropezar fácilmente. Por lo que es importante examinar anteriormente el camino que se va recorrer con el mueble y verificar que no existen elementos con los que se puede tropezar o resbalar.
  • Al trabajar y trasladar objetos pesados, estos se pueden desplazar y caer sobre los trabajadores.
  • Uno de los mayores riesgos en este tipo de trabajo son los sobreesfuerzos ocasionados por no medir bien la fuerza aplicada en el ejercicio o por exceso de carga, lo que puede provocar dolores musculo-esqueléticos.
  • Golpes y cortes ocasionados por objetos o herramientas. Al ser un trabajo manual el uso de guantes de seguridad y calzado con punta reforzada es imprescindible.
Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest