Todo el mundo alguna vez ha llevado su coche al taller, por algún fallo en el motor, alguna revisión para poder pasar la ITV o por algún accidente. Sin embargo, el momento en el que el mecánico te pasa la factura es un momento en el que algunas ocasiones dan ganas de temblar. Por lo que en este artículo te vamos a dar algunos consejos para cuidar tu coche al máximo para prevenir posibles averías y daños en el vehículo.
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Protege la pintura
Es muy importante mantener la limpieza del coche por fuera. Los rayos del sol, restos de insectos o los excrementos de pájaros pueden ser perjudiciales. Y es que todo esto maltrata a diario la pintura del coche. Para mayor protección puedes aplicar una capa de cera. Lo ideal es hacerlo un par de veces al año ya que una mano impide que penetre la humedad.
Además, es importante recordar que si la pintura está en mal estado, resta valor al coche cuando tratas de venderlo en el mercado de segunda mano.
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Cuida la parte frontal
Si viajas con frecuencia por carreteras de montaña y autopistas es aconsejable proteger la parte frontal del vehículo por si las piedras que levantan otros vehículos dañan la pintura del capó o la aleta. Para proteger esas zonas se puede emplear una película protectora especial de pintura.
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Revisa “las tripas” del coche
Cuando se habla de “las tripas” no es referente al motor, si no a las piezas y espacios más escondidos y profundos. La protección anticorrosión de un coche suele ser muy eficiente, pero si se trata de un coche que lleva unos años a la espalda es conveniente cuidar el interior del motor con cera o grasas protectoras.
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Lávalo con frecuencia
El cúmulo de suciedad es un gran foco de corrosión para la pintura, por lo que es aconsejable retirar lo antes posible las manchas impregnadas en la pintura. Como consejo, realiza un prelavado a mano con la pistola de alta presión antes del autolavado para eliminar las manchas más difíciles y las ubicadas en los lugares de más difícil acceso. También procura retirar las hojas acumuladas en las entradas de aire.
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Vigila el nivel de aceite
En todos los coches hay un testigo de medición de nivel de aceite. En el momento que se encienda el piloto, no puedes retrasar ni un minuto, el rellenado. Eso significa que está muy por debajo de la marca del mínimo. No hay que forzar la máquina si el nivel de aceite es bajo, ya que se puede quemar el motor. Y tener que hacer frente a un nuevo motor puede salir muy caro. Pero si tienes que poner un motor nuevo en tu coche opta por uno reconstruido. “Los motores reconstruidos son una opción interesante en cuanto relación calidad precio”, indican desde Reconstruidos Mober, empresa especializada en piezas reconstruidas.
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Revisa las gomas
Los plásticos de tu coche envejecen con el paso del tiempo y con la influencia del medio ambiente. El mal uso de detergentes inadecuados lo soportan también muy mal las gomas, así que ten mucho cuidado.
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Ten los neumáticos con la presión adecuada
Detectar un neumático en mal estado mientras se conduce es una tarea complicada. Incluso para un conductor experto puede tardar en darse cuenta de que el dibujo del neumático se ha borrado y ya es demasiado tarde.
Si la presión es baja, el neumático se calienta más cuando circula por autopistas. Siempre es recomendable revisar el estado de los neumáticos antes de iniciar cualquier viaje para evitar un problema y que te quedes tirado en mitad del recorrido.
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Cambia la correa de distribución
Cambiar la correa de distribución es algo que hay que hacer adelantándose a que se rasgue antes de tiempo. En cualquier caso respeta los plazos de cambio como si fuera algo sagrado, de hecho no apures los cambios si no quieres evitar una factura del taller de un importe muy elevado, ya que sustituir la correa de distribución es una de las averías más caras.
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Cuidado con los golpes a bordillos
Hay que tener cuidado con los golpes a bordillos. Los expertos hablan de la “memoria de los neumáticos”. Y es que si no se cuida la goma o la presión, se producen daños irreparables en la estructura de la rueda. Y los golpes más peligrosos son los de los bordillos.
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Espera a que se caliente el motor
Si al motor se le exige mucho en los primeros kilómetros de recorrido, el desgaste será mayor. Es recomendable que el agua alcance los 90 grados de temperatura, o lo que es lo mismo, los 75 grados para el aceite. De hecho el aceite del motor es lo que más tarda en calentarse. Lo malo es que cuanto más modernos son los coches, menos llevan el indicador de temperatura.
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Olvídate de las maniobras bruscas
El semáforo en verde, sales disparado con el coche para clavar los frenos en el siguiente semáforo en rojo. Esto desgasta mucho los frenos y la transmisión. Y es que el sobre esfuerzo innecesario precipita el fin de la vida de las piezas de desgaste. Además, con una conducción eficiente ahorrarás combustible.
Estos han sido algunos de tantos consejos que tienes que seguir para mantener tu coche a raya para evitar en la medida de lo posible problemas en el motor, neumáticos, tapicería, carrocería, chapa y pintura… Así, si sigues estos consejos al pie de la letra, estarás ayudando a que tu coche dure muchos años más. Y por supuesto, no tendrás que hacer frente a facturas del taller que podías haber evitado.