Las residencias de la tercera edad en España

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El  objeto  de  este  artículo  es  dar  a  conocer  una  aproximación  al  número  de  centros  y  plazas residenciales por provincias, según consta en el Mapa de Recursos del portal Envejecimiento en red, y presentar un ratio de equipamiento de plazas respecto de personas de 65 y más años de cada comunidad autónoma. Y es que en los últimos años ha crecido mucho el número de personas que deciden dar el paso y acudir a una residencia.

Para analizar un poco mejor la situación, hay que tener en cuenta el momento que vive España. Un país que  sigue  su  proceso  de  envejecimiento. Según  los  datos  del  Padrón  Continuo  (INE)  a 1  de  enero  de  2017  hay  8.764.204  personas mayores (65 y más años), un 18,8% sobre el total de la población (46.572.132).Sigue creciendo en mayor medida la proporción de octogenarios; ahora representan el 6,1% de toda la población, y este grupo seguirá ganando peso entre la población mayor en un proceso de envejecimiento de los ya viejos.

Según la proyección del INE, en 2066 habrá más de 14  millones  de  personas  mayores,  34,6%  del  total de  la  población  que  alcanzará  los  41.068.643  habitantes.  La  décadas  de  los  30  y  40  registrarán  los mayores incrementos, con la llegada de las cohortes del baby-boom. Se ha iniciado un declive de la población total de España, tras el máximo registrado en el censo de 2011 (46,8 millones de habitantes), detenido en 2017. En 2066 habrá 5,5 millones menos que ahora (Padrón 2017). Unas cifras que hacen encenderse las alarmas.

Más en ciudades que en pueblos

Pero está claro que ante tanta persona mayor se crea mucha demanda, y por eso son muchas las residencias para mayores que se ponen en marcha en España. El mayor número de personas de edad se concentra  en  los  municipios  urbanos;  por  ejemplo, en los dos municipios más grandes de España  (Madrid  y  Barcelona)  viven  casi  un  millón  de personas mayores (999.954), más que en los 5.868 municipios rurales. Sin embargo, el envejecimiento (la  proporción  de  personas  mayores  respecto  del  total) es mucho más acentuado en el mundo rural. En 2017, viven 2.728.017 de personas en los municipios rurales (de 2.000 ó menos habitantes), de las que el 28,3% son personas mayores (773.249).

Más mujeres que hombres

El sexo predominante en la vejez es el femenino. Hay un 32,6% más de mujeres (4.995.737) que de hombres (3.768.467) (2017).Nacen más hombres que  mujeres y este exceso se mantiene durante muchos años. Ahora se alcanza el equilibrio entre sexos hacia los 50 años. En las pri-meras  décadas  del  s.XX,  la  edad  en  la  que  las  mujeres  excedían  en  número  a  los  hombres  en  cada cohorte de nacimiento era en torno a los 14 años.

El mapa del envejecimiento municipal traslada la imagen de un interior muy envejecido, mayores  proporciones  coincidentes  con  pequeños  municipios  de  las  comunidades  antes  citadas,  y con zonas menos envejecidas correspondientes a algunas  cabeceras  municipales  o  capitales  de  provincia.

La  valoración  del  propio  estado  de  salud  viene condicionada por las enfermedades padecidas, por las características personales del individuo y  otras  razones  socioeconómicas  o  residenciales.  Refleja  el  estado  físico  y  las  enfermedades  padecidas pero también los factores sociales, económicos y del entorno de la persona. El  estado  de  salud  subjetivo  varía  poco  entre  en-cuestas.

Según la edad

El  44,1%  de  los  mayores  (65  y  más  años) percibe su salud como buena o muy buena (Encuesta Europea de Salud, 2014); 78,2% en el resto de la población.  Las  percepciones  negativas  aumentan con la edad. El sexo es un factor diferenciador de la salud subjetiva;  el  50,5%  de  los  hombres  mayores  autovalora bien  o  muy  bien  su  estado  de  salud,  mientras  que  sólo el 39,3% de las mujeres de esta edad considera su salud como buena o muy buena.

Unas cifras que pueden confirmar desde la Residencia San Vital en Madrid. “Las residencias han cambiado mucho, las familias vienen buscando su tranquilidad y la de sus familiares”, aseguran. Por ejemplo en esta  residencia de ancianos en Madrid las personas están atendidas las 24 horas del día por un equipo humano muy cualificado, del que recibirá toda la atención, cariño y respeto que merece. “Se ofrecen diferentes niveles de asistencia, en función de las necesidades de atención y los perfiles de los usuarios para facilitar un conjunto de acciones coordinadas que mantengan la calidad de vida, buscando mejoras y cambios positivos en la situación de los residentes”, explican desde la residencia.

Como has podido comprobar, el envejecimiento de la población ha provocado una cambio drástico en la forma de vida de los españoles y por ende de las residencias.

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